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Por: Susi Pola

susipola@gmail.com

La señora Raquel Arbaje, esposa del recién elegido presidente, comentó varias veces que no piensa utilizar fondos públicos ni tener un despacho especial, y dice que explicará luego con mayores detalles cómo va a trabajar desde una oficina modesta con una asignación mínima.

A la esposa del presidente Luis Abinader, además del desinterés en manejar fondos públicos, tampoco le gusta el título de Primera Dama, comentando que, “primeras damas somos todas las mujeres dominicanas, no me gusta ese título”. Y en eso coincide con Doña Carmen Quidiello, cuando Juan Bosch fue presidente del 27 de febrero al 25 de septiembre de 1963, denominándose como esposa del presidente, porque para ella, ser Primera Dama significaba que las demás dominicanas, vendrían siendo damas de “segunda categoría”.

Históricamente, el tema de las primeras damas, parece haberse creado en los Estados Unidos cuando fundaron el país y el presidente quería un título adecuado para su esposa, equivalente a las reinas europeas matrimoniadas con los reyes. Precisamente, en Europa, donde hay presidentes, a sus esposas se las conoce como las esposas de ellos, se ven muy poco y siempre como figura acompañante del presidente en sus actos, viajes, etc.

La decisión de la Sra. Raquel Arbaje no es la única. Contemporánea, la Sra. Beatriz Gutiérrez Mueller, esposa del presidente de México en la actualidad, Andrés López Obrador, también aclaró desde el principio que no quería ser nombrada como Primera Dama y ha mantenido una discreta presencia en el gobierno de ese país.

En nuestro país, durante los gobiernos del PRD, tuvimos primeras damas muy queridas y cercanas, Doña René Klang, Doña Asela Mera, el corto período de Doña Ana Luisa Villanueva y Rosa Gómez, ya que, en los gobiernos de Joaquín Balaguer, nadie ocupó ese puesto. Y hay que aclarar que estas mujeres no estructuraron un espacio especial, sin dejar de hacer grandes obras que perduran, como el CONANI.

El primer gobierno del PLD mantuvo el título de Primera Dama, y, además, creó el Despacho de la Primera Dama, el que muchas veces llegó a competir en presupuesto con los Ministerios establecidos y otras tantas usurpando funciones asignadas a los espacios de poder. Por ejemplo, este año, el presupuesto manejado por la esposa del presidente Medina es de RD$ 970,571,850 con una cartera de servicios sociales en el área de salud, educación y cultura presentes en los ministerios de áreas y el Gabinete Social.

Las dominicanas nos sentimos muy bien con el mensaje de la Sra. Raquel Arbaje, porque nos devuelve dignidad y augura transparencia en sus tareas. ¡Adelante querida Raquel!

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