Por: Rubén Moreta
Lucía Medina, copetuda y con personalidad de acero, actuando como la gran caporal de su feudo -el Partido de la Liberación Dominicana en la provincia de San Juan- retumbó su fuete y con rabia acaba de propinarle un severo e inmerecido castigo a su compañero de partido y de tendencia, Ramón de la Rosa, despojándolo de la Coordinación Provincial de Campaña de las Elecciones Congresuales y Presidenciales del 5 de julio de 2020.
Lucía Medina le restriega todo su poder a Ramón de la Rosa. Lo apoca y humilla, pretendiendo cobrarle una inverosímil traición que solo está en su cabeza y en la de un grupito de insidiosos que la cortejan. Traición sí hubo en contra de Lenin.
La Diputada Lucía Medina está decidida a sacar de circulación, a patear, oprimir, hundir y/o jubilar al Señor De la Rosa, el dirigente peledeista de más arraigo de la corriente danilista en los seis municipios y dieciocho Distritos Municipales de San Juan.
La Poliministra Lucía Medina dejó sin funciones a Ramón y le dio, como premio de consolación, un puestecito en la campaña a uno de sus hijos.
Si semejante zurra Doña Lucía Medina se la da a Ramón de la Rosa, quien es peledeista primero que ella, y dirigente de ese partido primero que ella, imagínense que no es capaz de hacerle a un chiquito.
Lucía Medina definitivamente ha dividido el PLD en San Juan.