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Por: Mariano Abreu

Consultor de Imagen Pública

Ya es una realidad que no vivimos ni hemos vivido en un país con una economía envidiable, como nos dijo nuestro presidente el 27 de febrero de este año, en la Asamblea Nacional, apenas días antes de llegar el Coronavirus a República Dominicana.

Ya sabemos que nuestro sistema de Salud Pública no es robusto como también se mencionará en esa misma rendición de cuentas.

Es evidente que nuestros candidatos a Alcaldes, regidores y directores regionales no están interesados en el bienestar de sus munícipes, pues casi todos, con pocas excepciones, después de las Elecciones municipales del 15 de marzo nunca más han vuelto a esas comunidades abandonando a su suerte a los que votaron por ellos, y por favor que no vengan con la excusa de la cuarentena, pero tampoco he visto a los candidatos a diputados y senadores que aunque aún no han pasado sus elecciones también han hecho como el avestruz.

Evidentemente que este proceso es una prueba más que el todopoderoso tiene para nosotros, pues al menos desenmascara a los farsantes con caretas de políticos, y es bueno que ocurra en medio de un proceso de las Elecciones de este 2020, para tener bien claro y fresco quienes son los que te tocaron las puertas para pedir tu voto, pero no te la han tocado para preguntar al menos ¿cómo estás?

Pero quiero preguntar dónde están los famosos ministros y directores generales que han brillado por su ausencia, ¿Por qué mi presidente, Danilo Medina Sánchez, el presidente de todos los dominicanos, no asignó a esos mismos ministros y directores generales a las mismas provincias que les asignaron para la campaña electoral recién pasada?

¿Qué es lo más preocupante?

En estos momentos estamos frente a la evidente desaparición a corto o mediano plazo de la denominada clase media, esa que en estos momentos está en un proceso de acumulación de deudas con servicios, préstamos, gastos empresariales y personales que no podrá pagar cuando esta crisis pase, afectando su buró de crédito, sus financiamientos actuales y futuros, teniendo que cerrar o enterrar sus emprendimientos y/o pequeños negocios.

Ese desplazamiento de la clase media a clase pobre se verá abarrotada de muchos profesionales formales e informales tales como: Abogados, agentes inmobiliarios, actores, dueñas de salones de belleza, cafeterías, ferreterías barriales, dealers de autos, artistas plásticos, ebanisterías, empresas de servicios de repuestos de vehículos, empresas de organización de eventos, programas de televisión y radio, Ventas y reparación de celulares, tiendas de ropas y hasta le aseguro que habrán muchos colegios que tendrán ese agobiante problema, entre otras empresas y/o profesionales que usted ya ha identificado que no he mencionado pero que también irán a la quiebra.

Alguien me dijo que esta pandemia cambiaría todo, pero le aseguro que a la clase media no solo le cambiará la vida, también le cambiará su estatus, su crédito, sus estilos de vida y muchos de ellos morirán y no precisamente por el Coronavirus.

Y como pregunta final ¿Y qué pasará la clase pobre, la clase obrera, los hijos de machepa, las hijas de Mamá Tingo?

 

 

 

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