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Por: Rey Díaz

En 20 años de gobierno el PLD construyó desde el poder una maquinaria política corrupta. Hoy en día sus máximas figuras quieren acallar al pueblo exigiendo pruebas para poder acusar a los funcionarios que prevaricaron contra el Estado Dominicano. Es tal su arrogancia que están desafiando al presidente Luis Abinader y a los funcionarios del nuevo gobierno para que muestren pruebas de sus hallazgos.

Los peledeístas parecen disfrutar de una memoria selectiva dentro de una lista larga de sus fechorías. Primero corrompieron la justicia dominicana, antes del PLD la justicia dominicana carecía de legalidad jurídica, pero los morados, colocaron jueces, fiscales y una procuraduría general, cuyo procurador bailaba al ritmo de la banda presidencial.

Con el procurador a la cabeza se aseguraban la impunidad jurídica. Si algún miembro del PLD era acusado, las cortes lo absolverían de cualquier delito. La modalidad fue presentar ante las cortes unos expedientes mal elaborados para que los jueces a cargo desestimaran dichos cargos.

La Cámara de Cuentas, se convirtió en una oficina de archivos de expedientes. Y todos los otros organismos del Estado dominicano que fueron diseñados para combatir la corrupción se convirtieron en instituciones para desfalcar al Estado. El Congreso y la Cámara de Diputados fueron transformados en un mercado público de compra y venta de votos y decisiones.

Los prestamos eran aprobados en base al pago hecho por el gobierno, y las obras del Estado pasaron a ser fábricas de ricos a vapor. Las instituciones del Estado, se constituyeron en asociación de malhechores, y los funcionarios del gobierno en su paso por el mismo dejaron el rastro del dinero mal habido por todas partes.

Hoy en día, estos funcionarios piden que cesar el pliegue de acusaciones que se lanzan contra ellos. Y exigen que muestren las pruebas. Pero que descarados son los peledeístas. Ellos mismos andan con todas las evidencias de la corrupción y todavía se atreven a pedir que le muestren pruebas.

Apartamentos de lujos, cuentas millonarias de bancos en el país y fuera del país también. Carros de lujos, mansiones y villas compradas con los recursos robados al pueblo. Solo hay que seguir el trayecto del dinero que tienen, porque sin duda alguna no podrán demostrar que ninguno de ellos tenía los recursos que ahora exhiben antes de su primer gobierno del 1996.

Los dominicanos y dominicanas consientes de todas las artimañas practicadas por el PLD, quieren justicia. Esto es sometimiento a todos los corruptos y la expropiación de bienes, acumulados por el proceso fraudulento contra el Estado. Si ellos quieren pruebas, no hay duda que las tendrán, porque los mismos bienes que poseen, son la mayor evidencia que pesa contra todos ellos.

 

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